REPRODUCCIÓN DE LOS ANIMALES VERTEBRADOS


Los vertebrados se reproducen sexualmente y, casi todos se dividen en machos y hembras. Recuerda que la reproducción sexual es la unión de los gametos durante la fertilización, produciendo así descendencia genéticamente variable. Generalmente, las especies acuáticas presentan una fertilización externa, mientras que las especies terrestres presentan una fertilización interna. ¿Te imaginas una razón por la que los vertebrados acuáticos y terrestres presentan esta diferencia?

Los vertebrados presentan una de las siguientes tres estrategias reproductivas: oviparidad, ovoviviparidad o viviparidad.

a) Oviparidad: se refiere al desarrollo del embrión dentro de un huevo fuera del cuerpo de la madre. Esto ocurre en la mayoría de los anfibios, reptiles y todas las aves.

b) Ovoviviparidad: se refiere al desarrollo del embrión dentro del huevo y dentro del cuerpo de la madre hasta que este eclosiona. La madre no nutre al embrión mientras está dentro del huevo. Esto ocurre en algunas especies de peces y reptiles.

c) Viviparidad se refiere al desarrollo y nutrición de un embrión dentro del cuerpo de la madre. El nacimiento puede ser seguido por un periodo de cuidado parental de la cría. Esta estrategia reproductiva ocurre en casi todos los mamíferos.

1. REPRODUCCIÓN DE LOS MAMÍFEROS:
En todos los mamíferos se presentan los sexos separados y la reproducción es de tipo vivípara, excepto en el grupo de los monotremas, que es ovípara.

Los mamíferos tienen una reproducción sexual, por lo que es necesaria la presencia de las células sexuales masculinas (espermatozoides) y femeninas (óvulos) para realizarse. Estas células contienen la información genética propia de ambos progenitores para que después de la fecundación (unión entre estas dos células) se origine un individuo completo con las características propias de la especie.

Después de la fecundación del óvulo, el desarrollo embrionario ocurre en el útero, dentro del cuerpo de la madre (reproducción vivípara). Los monotremas (equidnas y ornitorrincos) son los únicos mamíferos en los que la gestación ocurre fuera del cuerpo de la madre, ya que ponen huevos que son incubados al igual que las aves (reproducción ovípara). En el caso de los marsupiales, el período de gestación en el útero dura entre 10 y 15 días, las crías nacen en un estado de desarrollo prematuro, y la mayor parte de su crecimiento se realizará en la bolsa marsupial que tiene su madre.

El resto de los mamíferos desarrolla una estructura interna especial llamada placenta, que consiste en una envoltura a través de la cual se alimenta el feto en desarrollo y también expulsa los productos de desecho.

2. REPRODUCCIÓN DE LAS AVES:
Las aves se reproducen sexualmente, tienen sexos separados y presentan fertilización interna, por lo tanto, machos y hembras deben aparearse para que la reproducción ocurra. El apareamiento generalmente es precedido por un cortejo. En la mayoría de las especies los padres cuidan a los huevos y su eclosión.

El cortejo es un comportamiento que intenta atraer a la pareja. Puede involucrar el canto de canciones especiales de cortejo o utilizar algún tipo de exposición visual. Por ejemplo, un ave puede abrir y mostrar las plumas de su cola o hacer una danza de apareamiento. Usualmente, los machos llevan a cabo este comportamiento de cortejo y las hembras eligen a su pareja entre los machos competidores.

Durante el apareamiento, el ave macho presiona su cloaca contra la cloaca de la hembra y pasa la esperma desde su cloaca ala de ella. Luego de la fertilización, los huevos salen del cuerpo de la hembra por la abertura de la cloaca.

Los huevos usualmente son depositados en nidos. El nido puede ser una pequeña hendidura en el suelo o puede ser muy elaborado como el nido de las aves tejedoras en la Imagen siguiente. Los huevos que se depositan en el suelo pueden camuflarse para que se confundan con su entorno.

3. REPRODUCCIÓN DE LOS PECES:
La mayor parte de los peces presentan reproducción ovípara, es decir, expulsando huevos al exterior. Aunque también existen peces vivíparos, como es el caso de algunos tiburones y de algunos peces de agua dulce, en los que el embrión se desarrolla dentro del útero de la hembra. Otras especies, como el tiburón tigre, son ovovivíparas; se trata de peces que nacen de huevos que eclosionan dentro de la hembra.

La fecundación externa es la más habitual en los peces; las hembras expulsan los óvulos y los machos el esperma en el agua, donde se lleva a cabo la fecundación. En este caso, muchos huevos corren el riesgo de ser devorados por los depredadores. Otros peces como los celacantos y los peces cartilaginosos (tiburones y rayas) presentan, sin embargo, fecundación interna. Los tiburones y rayas macho presentan dos órganos copuladores, los pterigópodos, que realizan la función de penes. Este tipo de reproducción es más segura y el número de crías es menor, ya que las probabilidades de supervivencia son mucho más altas.

Muchas especies, sin embargo, son hermafroditas, de las cuales la mayor parte son hermafroditas secuenciales, es decir, que presentan una inversión de sexo como parte de su desarrollo sexual. Algunas llegan al estado de madurez siendo hembras y más tarde se transforman en machos.

También los peces realizan rituales o danzas nupciales para atraer al sexo opuesto, especialmente aquéllos en los que existe cópula.

Existen peces que incuban los huevos en una bolsa incubadora como el caballito de mar o bien en otras partes del cuerpo.

Algunas especies realizan largos viajes con finalidad reproductora. Los peces migratorios que se mueven entre el mar y las aguas dulces con finalidad reproductora se pueden clasificar en dos grupos: anádromos y catádromos.
El salmón es un ejemplo de especie anádroma, que vive en el mar, pero al final de su vida remonta los ríos para desovar. Es un nadador muy eficaz, que remonta ríos con fuertes corrientes e incluso puede salvar obstáculos de cuatro o cinco metros. Las anguilas, migradoras catádromas, realizan el viaje en sentido contrario. Viven la mayor parte de su vida en los ríos y, cuando están preparadas para reproducirse descienden el río para iniciar su último y largo viaje hasta el mar de los Sargazos, para desovar.

4. REPRODUCCIÓN DE LOS ANFIBIOS:
Sin embargo, la forma más común en la reproducción de los anfibios es la ovípara, es decir, a través de huevos.

Algo que diferencia los huevos de los anfibios al de los de reptiles y aves es que en este caso no presenta ningún tipo de protección contra la desecación. Por ello, la puesta de estos huevos se da frecuentemente en agua dulce, sin embargo hay algunos casos en los que se realiza en tierra firme. Aunque no presenten protección frente a la desecación, los huevos sí están envueltos por sustancias gelatinosas y varias membranas que los resguardan frente a golpes o posibles depredadores. En los animales ovovivíparos, los huevos permanecerán en el interior de su madre hasta la eclosión.

La fecundación en los anfibios puede ser interna o externa, pero en la mayoría de especies es externa. En esos casos, tanto el macho como la hembra descargan sus células sexuales en el agua y allí se unen para formar los embriones, es importe que sea de manera simultánea.

En casi todas las especies existe un comportamiento de festejo anterior a la reproducción. Algunas especies de tritones pueden realizar una danza o baile de cortejo para conquistar a la hembra. Durante esta danza; muchos machos también emiten olores específicos para llamar la atención de las hembras y pueden utilizar cantos bastante potentes con la misma finalidad.

5. REPRODUCCIÓN DE LOS REPTILES:
Se reproducen mediante huevos, es decir son ovíparos. Los huevos de los reptiles se parecen bastante a los que podemos encontrar en las aves y difieren de los que ponen los anfibios y peces. Esto se debe a que los huevos de los reptiles son amnióticos, es decir, tienen una membrana específica que evita que el huevo se seque.

los reptiles pueden poner sus huevos en la tierra y no necesitan de medios acuáticos para reproducirse. Existen algunas excepciones en la reproducción de los reptiles, ya que existen reptiles que se consideran ovovivíparos, es decir, no llegan a poner sus huevos en el exterior, las hembras conservan los huevos en el interior de su cuerpo, hasta que las crías están preparadas para nacer, una vez producido el nacimiento, es decir, han salido de su membrana fetal, comienzan a llevar una vida independiente.

La reproducción de los reptiles destaca por el hecho de que la fecundación es interna, ya que los reptiles no necesitan de un medio acuático para reproducirse. En la gran mayoría de especies se efectúa a través de una copulación.

En cuanto al carácter sexual de los reptiles, se consideran dioicos ya que presentan individuos machos e individuos hembra. En muchas ocasiones hay conductas que rodean el apareamiento están diseñadas con una doble función: por un lado conquistar a la hembra y por otro lado ahuyentar a posibles machos competidores.

El huevo amniota
La reproducción ovípara de los reptiles destaca por el hecho de que los huevos que ponen están diseñados específicamente para poder sobrevivir sin problemas en condiciones áridas gracias a la cantidad de elementos que lo conforman, nos referimos al huevo amniota. Para empezar, la cáscara es lo suficientemente dura como para proteger al embrión, pero a la vez es lo suficientemente permeable para permitir el intercambio de gases con el exterior. El huevo necesita reservas tanto de agua como de nutrientes y normalmente estas reservas las consigue a través de la albúmina. Además de esto, el huevo cuenta con un saco que recoge todos los compuestos de desecho y también tiene el saco amniótico con su líquido amniótico que sirve de amortiguador para el embrión.

Incubación del huevo
El tiempo de incubación dependerá de la especie y dura normalmente entre 6 y 12 semanas. Como la mayoría de reptiles tienen la temperatura corporal baja, no son capaces de incubar los huevos con su cuerpo. En esos casos, la incubación se realiza directamente bajo la luz del sol o aprovechándose de otros componentes del ecosistema que sí pueden desprender más calor. Sólo algunos animales, como las serpientes pitón, cuentan con la temperatura corporal suficiente como para aportar calor a los huevos. En este caso la hembra se enrolla alrededor de los huevos para incubarlos.

Este proceso de incubación puede ser determinante a la hora de definir el sexo del individuo que nacerá a partir de ese huevo. En algunos reptiles como las tortugas, los cocodrilos y los lagartos la temperatura de incubación dictaminará si lo que nace es un macho o una hembra. En la mayoría de casos, una temperatura elevada implicará el nacimiento del sexo más grande. Por ejemplo, en el caso de las tortugas el más grande sería la hembra, mientras que en los cocodrilos sería el macho.

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